EL AGUA.

El mayor problema que ha tenido la Península de Paraguaná sin duda alguna ha sido la escases de agua, una zona sin ríos, razón por el cual desde tiempo muy antiguos la población de nuestra Península ha tenido que valerse de estrategias, para de algún modo obtener éste vital líquido.
 

El principal reservativo lo representaban los estanques, construcciones muy bien ejecutadas, resultado de una laboriosa jornada y cuyo objeto era servir de depósito del agua de lluvia, Para el consumo tanto humano cómo el de los ganados.

           En Buena Vista desde muy tempranos años, siempre hubo personas que tenían sus propios estanques para el uso particular, entre ellos podemos mencionar desde el siglo XVIII, a Juan Crisóstomo de los Reyes, Pedro Gil dueño del estanque conocido cómo El Cincuenta, Mateo Pulgar, Porfirio Delgado, Agustin Valles, José Eugenio López dueño de un estanque que existió y estaba ubicado donde se encuentra hoy en día  el Plantel de la Escuela Básica Manuela Weffer de Romero; Custodio Avila, Lindoro Delgado dueño del Estanque conocido cómo El Mensaje, entre otros.

            
           Por otro lado, la Comunidad se organizaba para construirlos o para adquiríos de otra persona para el disfrute de todos, y un ejemplo lo ilustra una venta efectuada el 9 de Julio de 1.888, en donde los señores: José María Molina, Jerónimo Molina, Augusto Barrios, Asunción Avila, Julián Irausquin, Manuel Chirino, Etanislao Petit, Carolina Petit, Fabio Gallardo, Leopoldo Molina, Ildefonso Chirino, Pedro Chirino, José María López, Ramón Salas, José María Chirinos, Celestino Peña, Longino Moreno, José Andres Ramones, Victorino Gómez José del Rosario Oviedo, Octavio Gallardo, Blas Petit, Mateo Pulgar, Bonifacio Pulgar, Eugenio Trejo, Máximo Medina, Juan Bautista Medina, Corvino López, FelixGutierrez, Eulogio Medina, Casimiro Sierralta, Zoila García, Trinidad Quevedo, Juana Eugenia López, Eleuterio Pulgar, José Elías Hernandez, Eugenio Hernandez, Balvino Pulgar, Gregorio Medina, Lindero Delgado, ForbioCuauro, Alejo Daal, Nicanor Ruiz, Francisco Velazco, Anastasia Velazco, Ramona López, TeofiloIrausquin, Lino Valles, Quintín Avila; todos ellos le compraron un estanque al señor Porfirio Delgado de la misma población de Buena Vista, el cual según el documento de venta, fue por la cantidad de Cuatrocientos Bolívares.

            
            En el año 1.939, Buena Vista recibió la visita del Presidente de la República Eleazar López Contreras, ocasión que fue propicia por los pobladores, en donde le solicitaron las tuberías con el fin de instalar un acueducto desde el cerro Santa Ana hasta Buena Vista, solicitud que tuvo receptividad por parte del presidente Contreras, comprometiéndose hacer cumplir la solicitud antes mencionada, ésta promesa se  hizo realidad varios meses después cuando muy pronto llegaron las tuberías. De ésta forma la Comunidad organizada comenzó a abrir zanjas  desde Buena Vista hasta el pie del Cerro Santa Ana, ad honorem, y se instalaron las tuberías desde la parte media del cerro en donde se construyó un aljibe o caja, y otra en la parte inferior del mismo hasta la plaza de Buena Vista en donde se construyó otra caja o aljibe.

            
            El sueño se había hecho realidad, el agua fresca y cristalina del  Cerro Santa Ana llegó a Buena Vista, y a partir de ese momento los habitantes comenzaron a prescindir del agua de los estanques para el consumo humano.

            
           Con el paso de los años a los habitantes de Buena Vista no les llegaba el agua del cerro Santa Ana, y es que los habitantes cercanos al cerro  dañaron las tuberías  para obtener el agua del mismo, así que el pueblo de Buena Vista con el señor Eleazar Quintero al frente, comenzaron a hacer las gestiones  en la Gobernación del estado Para buscar otra vía, esto acontecía en la década de los años cincuenta, la propuesta era la perforación del subsuelo para obtener el preciado líquido.

            
          Varios intentos de perforación se hicieron en diferentes puntos en la población de Buena Vista sin obtener éxito, el trabajo era arduo hasta que a alguien se le ocurrió  apuntar la mecha hasta el camino que conduce a la casa de El Alto, y después de una larga jornada apareció lo que todo el pueblo esperaba  El Agua, ese día fue bautizado ese punto cómo El Milagro, nombre que mantiene el día de hoy. Posteriormente se hicieron los trabajos de distribución del acueducto, se trataba de la primera distribución del acueducto, era realmente un acontecimiento, vendría entonces un alemán a encargarse de ésta obra, también se construyó el primer tanque, el cual era de metal.

            
           Pero no fue sino hasta finales de los años sesenta cuando el Instituto Nacional de Obras Sanitarias que comenzó a efectuar el trabajo para la instalación de las tuberías para el agua desde los embalses.